martes, 4 de agosto de 2015

OPCIONES TELEFÓNICAS


Hoy en día, la información telefónica ya no es lo que era. Antes llamabas a cualquier lado y te atendía un ser humano, persona o similar con la que te entendías a las mil maravillas. Quizá uno no acababa resolviendo su duda, pero tenías la sensación de comprensión y de haber avanzando en la investigación que cada cual llevase a cabo, incluso podías llegar a ligar y todo, si uno poseía la verbigracia necesaria. Preguntas sobre la alta o baja de un servicio, la dirección de un organismo público, el horario de ésta u otra institución..., podías llamar donde fuese que siempre obtendrías el calor de una voz personal, que para soledades muy estrictas venía muy bien. Pero ahora no. La tecnología en su guerra sin cuartel contra los hombres, entiéndase “hombres” como especie y no como género, nos tiene totalmente sitiados y casi sin víveres, y nos está robando un terreno tan  nuestro como es el de la comunicación.



Así pues, al pulsar un número de teléfono que cruelmente se anuncia como de “información” o “atención al cliente”, uno se enfrenta a un desglosado menú de números a marcar “endependiendo” con lo que se busque. Pulse “uno” si quiere esto, pulse “dos” si quiere lo otro,...y así hasta el infinito y más allá, porque de las veces, pocas, en las que identificas tú pregunta con una de las opciones, y esperas tras esa primera elección encontrar la bella operadora ansiada, acabas descubriendo que no, que de nuevo pasas a otro menú más pormenorizado y específico. La mayoría de las veces uno acaba colgando, frustrado y sin alcanzar la información deseada. Mentando “cagüens” y cosas así

Es enojante encontrar cada vez más extendido este “servicio”, que éste vocablo,  y aquí , bien podría asemejarse a la acepción otra, la que se refiere al lugar para la evacuación de inmundicias. Pues una idem es, esperar inocentemente el trato humano, y encontrarse con estas horrendas grabaciones que más que ayudarnos, nos confunden más y nos desesperan, nos dejan fríos y aislados.

Y me pregunto yo, si este nuevo sistema supondrá un ahorro al Estado, a la economía de la familia media española; o por el contrario es el invento del tocapelotas de turno, que aburrido no tiene otra cosa más que hacer que cargarse puestos de trabajo, que esa es otra, de arrinconar a las personas al cajón de lo obsoleto, para dar paso a la flamante chatarra que “solivianta la mano de obra”, a veces demasiado soliviantada. Deberíamos declararnos en huelga y colgar inmediatamente, en cuantito escuchásemos un: “Marque”... . Solo nuestra elección particular, que al sumarse sería global, nos puede salvar de las injusticias y de las torturas que nos imponen. ¿Qué opinan?


Si está de acuerdo conmigo pulse “uno”, si le parece un error pulse “2”, ....

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