Hoy día 26 de octubre de 2009
hago una importante promesa para mí misma. Hoy me digo a mí misma que quiero
vivir, quiero quererme y cuidarme por encima de todas las cosas. Que no querré
a nadie por encima de mí, y no permitiré que nadie me dañe bajo mi
consentimiento. Si alguien me quiere, tendrá que aprender a respetarme y a
cuidarme, y no entenderé otras maneras de amor que no sean esas. Hoy digo, que
si la vida me da la oportunidad de seguir respirando, voy a explotar cada uno
de los días en los que amanezca. Voy a perseguir mis sueños y voy a sacar a la
luz mi manera de ser, de pensar. Pondré en práctica la saludable actitud de
disfrutar de lo que me gusta, de explorar lo más recóndito de mi personalidad.
Sacaré mi carácter, y lo haré grande para no dejar nunca más que pisen mi
terreno, mi espacio, mi tiempo, mi felicidad. Si tengo que alejar a gente por
mí querida de mi lado, así lo haré, porque aunque yo les aprecie, eso no
significa que ellos sepan quererme y cuidarme a mí. Dejaré, no obstante,
siempre abierta la puerta del perdón y de la reconciliación, por si al final
llegan a aprender la manera en la que hay que querer a la gente, pero ante la
más mínima señal de recaída, volveré a apartarles de mí.
Dejaré claras, desde
el principio, cuales son mis prioridades, y mis intenciones, no dando así lugar
a pérdidas de tiempo, que tan sólo conllevan frustración y sufrimiento. Cada
día de la vida cuenta, cada minuto y cada segundo. Cada pequeña decisión va
formando nuestro destino, al igual que cada grano de arena constituye un
camino. Es importante estar despierto ante las mil variantes que se nos
presentan, porque de tomar unas u otras, depende que seamos más felices o más
desgraciados. No es esto una propuesta al egoísmo absoluto, pues seguiré amando
y cuidando, en medida de mis posibilidades, aquello que me rodee, ya sean
personas, animales o cosas. El respeto universal seguirá formando parte de mis
principios más preciados. Pero tomando ahora, mi ser, mi persona, como la
primera, la primordial en mi escala de valores, convenciéndome, que sólo de esa
manera podré ser totalmente efectiva en mi objetivo, que es el de amar la vida.
Espero, pues
hoy, disponer de tiempo para rectificar, para iniciar un resto de mi vida largo
y próspero. Porque hoy, digo, que quiero ser feliz, que quiero vivir, y creo
haber descubierto, tras 36 años de vida, las herramientas para corregir aquello
en lo que me equivoqué, para aprender de todo aquello que experimenté, para
quedarme con lo bueno, y saber evitar los mismos errores. Hoy, pues, pido al
cielo tiempo, porque hoy más que nunca me propongo vivir el 100% de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario